Estos días estamos asistiendo a lo que se auguraba como algo histórico, un enfrentamiento de nada menos que cuatro partidos en un lapso de tiempo cortísimo entre los que posiblemente sean los dos mejores equipos de fútbol.

Pero en vez de resultar un espectáculo antológico, todo ha quedado empañado por un patético culebrón en las ruedas de prensa, una falta de deportividad y madurez (por ambas partes) en el campo y, lo que más me preocupa, una desinformación inconcebible en los medios. Y yo me pregunto ¿Cuánto le queda al “Deporte Rey” de deporte?

De todas formas habrá que tomárselo con humor ya que, si algo ha quedado claro con todo esto, es que cuando en un deporte hay demasiados intereses creados éste se degenera.