Por mucho que os cuente lo increíble que me resultó el final de éste video no llegaréis a comprenderlo hasta que no lo veáis entero. La verdad que a mi me costó terminarlo, pero luego me quedé con la boca abierta. Al principio os va a parecer un loco dando brochazos y manotazos sin sentido, pero cuando terminéis de verlo comprobaréis que ni uno solo de los trazos es aleatorio.