En este tipo de grabaciones estamos acostumbrados a volar junto al protagonista mientras nos muestra unas vistas espectaculares, pero este par de videos son diferentes.
Como podemos ver, ya no hace falta saltar para tener emociones fuertes. Ahora con colocarnos en el sitio adecuado y que los que se lancen pasen rozándonos en algún momento de su caída ya parece suficiente. Un mal cálculo y la cosa puede ponerse muy fea. Suenan como aviones (se aprecia en 2º video).