Seguro que muchos de vosotros os habéis sentido muy orgullosos el día en el que por fin conseguisteis girar el boli alrededor del pulgar después de tantas horas de clase en blanco. Pero eso queda en nada al lado de éstos asiáticos, que lo han convertido en todo un deporte. Hay que pasar mucho del profesor para llegar a manejar así un bolígrafo. Y no olvidéis que eso acaba trayendo consecuencias.