Al fin en España se acaba con el tabú que existe en torno a la monarquí­a: por primera vez nos atrevemos a manifestar nuestros sentimientos antimonárquicos en la calle. De momento lo vivimos con represión pero espero que pronto podamos ver indicios de cambio.

Las pelotas del Rey…
o los pelotas, según el género.

Por Pablo Jato / WIP

2 de Octubre- El portavoz del gobierno en su aparición en la TV del dí­a 1, dijo algo completamente absurdo. Una de esas frases que hace que muchos votantes indecisos desconfí­en de la capacidad de los que gobiernan y den crédito a los insultos de la oposición. Dijo que si se “atacaba” al Rey desde un medio de comunicación y lo hací­a un periodista, era libertad de expresión, pero que si lo hacia un ciudadano perteneciente a algún grupo minoritario era un ataque al Jefe del Estado, claramente refiriéndose a que es un delito. ¿Acaso el Sr. Blanco no sabe que la libertad de expresión es para TODOS los ciudadanos de este paí­s? ¿Qué clase de constitución defiende este miembro del gobierno? Quizá se ha equivocado de libro y anda leyendo algún proyecto de ley del PP.

El Sr. Blanco dejó claro que una ama de casa, o un joven que pertenezca al minoritario grupo de “músicos en paro” (por ejemplo) no tienen derecho a opinar mal de Rey y en caso de hacerlo, las libertades constitucionales NO le amparan. ¡Menuda frase para un progresista! Si lo hubiera dicho el PP no me hubiera llamado la atención, pero que lo diga el PSOE en una clara actitud de “peloteo” a la corona me parece decepcionante viniendo de un gobierno que, cuando llegó, impulsó una normativa para eliminar el trato de “excelencia” y/o “excelentí­simo” para los cargos públicos. ¿Para quién trabaja el gobierno, para el Rey o para defender los derechos y las libertades delos ciudadanos?
No sé cuál es el por qué de esta actitud. Quizá lo hacen por miedo a perder el voto de los simpatizantes del Rey (que son muchos) a tan solo unos meses de las elecciones generales. Entonces la reverencia no es más que hipocresí­a. No deja de ser decepcionante.

El Rey en su último discurso del dí­a 1, se ha atrevido reivindicar que él era el pilar más importante de la democracia y quien casi casi la ha traí­do de la mano, pero en realidad la democracia y las libertades en España no son obra del Rey Juan Carlos, que comí­a en la misma mesa del dictador mientras Franco asesinaba y encarcelaba a los que peleaban por ella. La libertad en España hay que agradecérsela a los miles de españoles que han derramado su sangre por ella, que han muerto y peleado por ella contra viento y marea. La prosperidad de España vino de la mano del PSOE, le pese a quien le pese… por eso me extraña mucho que los socialistas se dobleguen ahora a la corona de esta manera tan triste.

Todos los polí­ticos han cerrado filas ante el Rey, se ponen firmes, besan… la mano (he dicho la mano) y se inclinan, todos ellos socialistas de puño en alto, ante su majestad… Menudo cuadro. ¡Y eso que Zapatero era de los que no se levantaba al paso de la bandera americana en un desfile! Esa es otra de las cosas que a muchos indecisos les hace pensar que las actitudes de los polí­ticos son simples maniobras de engaño… ¡Cómo cambian las actitudes!

Hace unos dí­as la vicepresidenta De la Vega anunció, presumió más bien, que se ha dado luz verde a una nueva ley que permite y facilita la entrada a España (como santuario) a todo aquel que sufra persecución por defender los drechos humanos. Derechos tales como la libertad de expresión. ¿Y si es un español el que es perseguido por opinar mal del Rey?

Otro de los acostumbrados mensajes del Rey, decí­a (casi advertí­a) que habí­a que poner firmes a los jóvenes e inculcarles valores de libertad… refiriéndose a los que últimamente protestan más de lo normal contra la corona, queman fotos y ostentan banderas republicanas… y claro, eso a su majestad no le gusta. Le tiene muy disgustado. Pobrecito gobernante que no resiste ni las caricaturas, ni las demostraciones…
¿Y cómo responde el Estado a esas demostraciones? Con represión desproporcionada. ¿Es ese el ejemplo de democracia y libertad al que se referí­a en el discurso? Dí­as atrás, los fotógrafos de prensa protestaban públicamente por el abuso y la presión judicial a la que se ha sometido a un compañero, obligado casi a identificar a las personas que habí­a fotografiado, con amenazas de cárcel. Muy democrático. ¿Es ese un buen ejemplo para el Sr. Blanco? ¿Y para Zapatero? ¿Y si un sordomundo quiere protestar en la calle y dar su opinión de la corona?

El Rey vino a decir más o menos que desde que él está al frente de Estado, todo ha sido prosperidad. Y es cierto, para él y para su familia todo ha sido prosperidad. Si supiéramos la verdadera fortuna del Rey y la comparáramos a la que tení­a cuando Franco le puso a vivir bajo sus faldas, está claro que ha habido prosperidad, pero un poquito desproporcinada a la del resto de españoles dirí­a yo.
El prí­ncipe a su vez, no hace más que restregarle a los jóvenes lo bien que vive un prí­ncipe, al tiempo que la Ministra se ve obligada a “presumir” pisitos de 30 metros cuadrados. ¿Y quieren inculcarles valores? Será el valor de las viviendas, o el valor que se les da a su trabajo en un primer empleo. Así­, me temo que la Corona no va a conseguir ganarse mucho afecto.

¿Se está haciendo viejo el Rey? Bueno, desde luego pasa ya la edad a la que a muchos empleados del gobierno se les obliga a jubilarse… ¿Es hora de que abdique en el Prí­ncipe? Quizá, aunque no se sabe bien si el chico está dispuesto o preparado. Tampoco se sabe si en un futuro próximo, el poder del próximo Rey se verá mermado.
En España no hay verdadera libertad de opinión ni de prensa cuando se trata de temas de la Corona, eso está más que demostrado. Existe una veneración ridí­cula al Rey o a cualquier poderoso que mande, como un complejo de inferioridad agudo, que lleva a casi todo el mundo a “hacerle la pelota”. Y el Rey tiene a muchí­simos pelotas a su alrededor y más allá.

Es decir, que si es cierto el anuncio hecho por el Sr. Blanco, un ama de casa (una de esas que mantienen al Rey obligatoriamente con sus impuestos) perteneciente al grupo minoritario de… “amas de casa hartas de todo” (por ejemplo) que opinara abiertamente y sincera que el Rey (por ejemplo) es un viejo obsoleto, anacrónico, engreí­do, prepotente, hipócrita y aprovechado ¿estarí­a cometiendo un delito? ¿Habrí­a que procesarla judicialmente? ¿Y si lo dice un periodista entonces sí­ hay libertad de opinión? No lo entiendo.

Si un joven español, harto de la corona decide protestar, quemando una foto del Rey (ya me dirán ustedes qué daño le hace eso a nadie) o haciendo una caricatura, está cometiendo un delito castigado con cárcel? Si al Rey no le gusta la opinión de la gente, sea cual sea, que se agunate.

Desde mi punto de vista el Rey tiene miedo, miedo al fututro, miedo de ver que España ya no es la de antes, miedo al sentir menos labios de lo habitual por debajo de su cintura… miedo a que España despierte un dí­a y decida que ya no quieren reyes, como sucedió no hace mucho tiempo. El Rey tendrí­a que preguntarse qué está haciendo mal, y no castigar con esa dureza casi fascista a todo aquel que haga una caricatura o una foto. Bastante hizo la prensa callándose la boca y no publicando los lí­os, las escapadas de la moto y los chismes que durante años han sido la gran hipocresí­a de muchos.

Acebes, desde las filas del PP también ha doblado la espalda y ha hablando de la paz y la democracia que parecen logros exclusivos del Rey. Una pelota más de la corona botando con alegrí­a. Es curioso escuchar palabras de valores democráticos a un partido que tiene como fundador a un ex ministro del dictador Franco. Fenómeno extraño de dualidad ideológica.
El caso es que todos coinciden y piden respeto… ¿? Respeta el Rey las leyes de la libertad? ¿Y los jueces? ¿Respeta la Corona la libertad de expresión? íšltimamente parece que esos valores cotizan a la baja y con la represión por la fuerza solo van a conseguir una cosa: que cada vez más gente les de la espalda. Solo van a conseguir que cada vez más jóvenes quemen fotos, hagan caricaturas…

El Rey ha dicho que hay que inculcar en los jóvenes valores… pero ¿qué valores? ¿sus valores, los que a él le convienen? ¿Acaso los valores republicanos no son valores democráticos? ¿Acaso no se deberí­a mostrar a los jóvenes la idea de republica como opción y dejarles que sean libres para decidir lo que quieren para su paí­s? Parece que el mensaje ha sido claro, ya que todos los polí­ticos lo han recogido y lo han traducido de igual manera. La pregunta sigue siendo la misma: ¿Por qué? Esta claro que el Rey tiene muchas pelotas y muchos pelotas a su alrededor. Demasiados dirí­a yo.
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