En la liga nipona disfrutaron de un gol que no se ve todos los días. Dragan Stojkovic, entrenador del Nagoya Grampus, golpeó un balón suelto que llegó a su área técnica con una increíble volea que terminó con el esférico en el fondo de la portería (situada a más de 60 metros). Recibió una gran ovación del público pero el árbitro le mostró la tarjeta roja.
[via]Notas de fútbol[/via]